Dia de las madres
EL ÚLTIMO
BESO
Publicado 3
mayo 2010
Como todas las mañanas desde hace ya 6 años, me despertó mi madre esta
mañana para ir a la escuela, había pasado mala noche, con pesadillas sobre monstruos,
y me costaba trabajo levantarme. A los diez minutos mi madre volvió a
despertarme esta vez con más premura, se estaba haciendo tarde, me levante
rápidamente, apenas si me lave la cara, me zampe el desayuno en un abrir y
cerrar de ojos, y ahí estaba mi mamá diciéndome; que comiera más despacio, ¡que
te vas a ahogar!
Con las prisas del momento le conteste de mal modo, si
ya lo sé, no empieces a regañarme, (aún tuve que soportar las preguntas de
rigor) ¿Llevas el almuerzo? ¿Te cepillaste los dientes? ¿Tienes listos los
libros? Y yo aún más impaciente le contestaba levantando la voz ¡Que te dije
que sí!
Ella sonrío suavemente y me dijo: -Anda dale un beso a
mamá y ve con cuidado a la escuela.
Alcé los hombros con fastidio y le dije medio
enfadado: -¡Mamá! Que ya es tarde no tengo tiempo para eso. Está bien hijo, ve
de prisa, que Dios te proteja.
Aun retumban mis propias palabras en mi oído; no tengo
tiempo para eso… con las prosas y el enfado me paso por alto un leve destello
de tristeza en su mirada, mientras iba corriendo hacia la escuela, estuve a
punto de regresarme y darle un beso a mi mamá, sentía un nudo en el corazón,
pero mis compañeros comenzaron a llamarme y fui hacia ellos ¿con que excusa
regresaría? ¿Qué iba a darle un beso a mi mamá! – Se hubiesen reído de mí.
De todas
formas al regresar a casa después de las clases, vería a mi mamá en la puerta
de mi casa esperándome como siempre, temerosa de que me suceda algo, impaciente
si tardo unos minutos, ya que me he entretenido con mis amigos.
El día se me paso volando en la escuela, entre clase y
clase, juegos y almuerzo, y se me había olvidado el incidente de la mañana, sin
embargo esta vez, apenas sonó el timbre, salí corriendo a mi casa sin
entretenerme, desde la esquina esperaba divisar la figura de mi madre en la
puerta, pero no había nadie esta vez. Supuse que estaría adentro entretenida
con algo, pero extrañe de momento su presencia tan segura.
Antes de tocar el timbre, salió a la puerta mi padre,
¿Pero era mi padre? Aquel hombre era mucho mayor de lo que siempre me había
parecido, los hombros caídos, los ojos hinchados y un profundo halo de tristeza
lo rodeaba, mi corazón empezó a latir alocadamente presintiendo algo, apenas me
salió la voz para decir… ¿Qué pasa? Papá ¿Mamá está bien? Y en un suspiro me
contestó: "Tu mamá sufrió un ataque al corazón esta mañana, su muerte fue
instantánea, nadie se enteró hasta que vinieron a visitarla y la encontraron
ahí tendida en el pasillo, fue muy rápido, hijo, se fue nuestro ángel… Un solo
sollozo salió de su garganta y no pudo seguir hablando.
¿Mi mamá?¡¡¡MMMMMAAAMMMMMAAAAAAAA!!!!! Dios perdóname,
dile que me perdone, aún soy un niño pretendiendo ser un hombre, dile por favor
que ella es lo que más quiero en esta vida, y que prometo valorar a las
personas que comparten conmigo mi existencia, no malhumorarme con ellas sin
ningún motivo, y que les daré mil besos, día a día, por todos los que no pude
darle a ella, cuídala por mí, mi Dios, que cuando me toque la hora de partir de
este mundo venga a mi pecho y me arrope como siempre lo hizo.
¿Saben?… Disfruten a sus madres
todos los días de su existencia. Nunca sabremos hasta cuándo tendremos la dicha
de su presencia mortal.
Y si ya no está con nosotros, no te preocupes; una
mamá es muy "necia" y nunca te dejará solo, ella te quiere
muchisisisimoooo…
Envía esta historia a todas las personas que conozcas,
quizá no se han dado cuenta de lo que hoy tienen y podrían perderlo mañana, y
ya será demasiado tarde para darse cuenta… valoremos cada momento a nuestros
seres queridos… y hay que quererlos mucho ahora en vida, no sea que mañana nos arrepintamos
de todo el daño que les causamos sin querer.
LA VIDA NO
LA TENEMOS COMPRADA, DISFRUTEMOS LOS HECHOS QUE VALEN LA PENA, LO NEGATIVO HAY
QUE DESECHARLO, QUIZA MAÑANA YA NO ESTEMOS AQUÍ.
"Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Es más
valiosa que las piedras preciosas! Su esposo confía plenamente en ella y no
necesita de ganancias mal habidas. Ella le es fuente de bien, no de mal, todos
los días de su vida… Sus hijos se levantan y la felicitan; también su esposo la
alaba. Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú las superas a todas.
Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es
digna de alabanza. ¡Sean reconocidos sus logros, y públicamente alabadas sus
obras!" Proverbios 31:10-12 y 31:28-31.
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